La dramaturgia comienza a partir de intenciones motivos y razones claras que dan acciones escénicas muy contundentes en una estructura de composición muy compleja.
Podría decir que es como el alma de una obra, pues le da el sentido al discurso que la conduce de principio a fin a través de sus intérpretes.
La dramaturgia es también una manera de acerar al bailarín de una forma mas natural y humana desde su percepción, exploración de emociones y sensaciones con la exaltación de todos sus sentidos para mantener el cuerpo “vivo”, pues manejar una dramaturgia en escena requiere de una perfecta conexión energética intelectual corporal y emocional para equilibrar la intensidad con la que se proyecta.
Todo esto requiere de una búsqueda introspectiva muy constante en el para enriquecer la expresión corporal y desarrollar habilidades creativas, tanto físicas, como emocionales, imaginarias y sensibles. Dando una esencia y particularidad al interprete.
Entonces el bailarín encuentra sus propios retos y desafíos pues nadie puede conocerlo mejor que el mismo; exponer su interior es parte de su oficio y proceso de madurez como artista escénico. Lo conduce a la eterna búsqueda interna de una investigación única y personal para compartirla en escena.
Podría decir que es como el alma de una obra, pues le da el sentido al discurso que la conduce de principio a fin a través de sus intérpretes.
La dramaturgia es también una manera de acerar al bailarín de una forma mas natural y humana desde su percepción, exploración de emociones y sensaciones con la exaltación de todos sus sentidos para mantener el cuerpo “vivo”, pues manejar una dramaturgia en escena requiere de una perfecta conexión energética intelectual corporal y emocional para equilibrar la intensidad con la que se proyecta.
Todo esto requiere de una búsqueda introspectiva muy constante en el para enriquecer la expresión corporal y desarrollar habilidades creativas, tanto físicas, como emocionales, imaginarias y sensibles. Dando una esencia y particularidad al interprete.
Entonces el bailarín encuentra sus propios retos y desafíos pues nadie puede conocerlo mejor que el mismo; exponer su interior es parte de su oficio y proceso de madurez como artista escénico. Lo conduce a la eterna búsqueda interna de una investigación única y personal para compartirla en escena.
Mariana Papaqui Briones
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ResponderEliminarThanks for Waching an suscribe: https://youtu.be/3AtDnEC4zak
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